Aquestes dues fotos corresponen a la primera sèrie de 12 imatges de l’àlbum confegit pel fotògraf Marc Sala el 1878 (n’hi ha una segona edició, de 18 fotos, de gener de 1880), que es venia amb el llibre de Josep Maria Pellicer Santa María de Ripoll (1878).
No tenim cap fotografia de marxa de les obres, però sí abundosa documentació que explica els treballs. I imatges de 1886 que ens certifiquen que aquesta paret era ja reconstruïda aleshores.
Cal remarcar en al fotografia que de les set voltes que hi ha entre la nau central i les laterals, tres resten en peu, les situades al sud. Així doncs, per completar tota la paret calia reconstruir tres pilars i el gran pilar cruciforme que uneix la paret de la nau central amb la del creuer occidental, esquerra o de l’evangeli, a més d’un pilar al creuer.
En el detall d’un plànol de Martí Sureda, del segon projecte de 1880, podem veure indicada la part del sostre del creuer esquerra, occidental o de l’evangeli que restava en peu; amb indicació, en una tonalitat vermella, dels pilars de la nau central i creuer que calia reconstruir, especialment el gran pilar cruciforme.
Projectes d’obra de Martí Sureda de 1881
En una altra carta (5 de gener de 1881), Martí Sureda diu a Joan Martí que voldria emprendre altres obres, de més envergadura, ja a la basílica: «[…] de reconstruir asimismo hasta donde se pueda los macizos de la parte de crucero también arruinado».
El 7 de gener de 1881 (carta de Sureda a Martí i Font) es menciona la possibilitat que, a més de reconstruir el primer pis de l’ala del claustre enrunada, es facin obres a:
«[…] y de reconstruir asimismo hasta donde se pueda los macizos de la parte del crucero también arruinado, a fin de que desaparezcan tanto montón de ruinas y se vea alguna cosa más halagadora que entusiasme a los visitadores de tan apreciable monumento digno de mejor suerte de la que le ha cabido».
Sembla, però, que l’empenta que Martí i Font va donar a les obres en aquest lloc no responia pas a la idea de l’arquitecte, com resta clar en una carta del maig de 1881:
«[…] según veo no nos hemos entendido bastante, sintiendo que se hayan emprendido obras que por ahora no pueden abonarse y no sé cómo podremos salir del apuro.
Nada absolutamente debe hacerse en las naves de la iglesia; ni siquiera estábamos autorizados para extraer las ruinas.
Lo único que le recomendaba en mis anteriores era principiar la reconstrucción de los machones derruidos del crucero, con basamento de toda confianza, iguales en un todo conforme con los macizos del otro lado del crucero que se conserva. […]
Suspenda usted por lo tanto el hacer ninguna obra dentro de la iglesia, y si se halla empezada la reconstrucción de algún macizo, procure usted dejarlo bien enrasado y bien trabado, empleando piedras careadas planas y de mucho tizón, de modo que cuando venga el inspector no tenga que objetar nada, pues sentiría que no lo encontrase todo construido a toda satisfacción, en lo cual todos estamos interesados.
[Postdata a la mateix carta:] Si bien antes le digo que suspenda usted toda obra al interior de la iglesia, como sin embargo podría suceder que en el actual estado de cosas conviniera haber de asegurar el punto A de la parte del crucero norte que se conserva, usted mismo, si conviene, procure verificarlo del mejor modo que le parezca, aunque en tal caso, si fuere necesario, hayan de construirse los machones BB, y los arcos CC, verificándolo todo exactamente conforme se halla construido el otro lado del crucero que se conserva; pues lo que principalmente interesa es dejar las obras bien aseguradas, y evitar sobre todo que ocurran desgracias».
Martí Sureda reitera l'ordre en una carta del 28 de maig de 1881:
Estoy conforme en que se empiece la reconstrucción de los macizos del lado de crucero arruinado, cuidando de reconstruirlos exactamente iguales como los del otro lado del mismo crucero que se conservan, en cuya parte baja puede colocarse dos o tres hiladas de gruesos sillares de la mejor piedra dura vieja que se encuentre entre las ruinas o tenga usted ya preparada procedente de las bóvedas etc., conforme a nuestra vista quedamos, recomendándole que las obras se ejecuten bien, que aparezcan las hiladas cerraditas de juntas con poco material, imitando en lo posible la mejor construcción de la obra vieja existente en los mismos paramentos del interior de la iglesia, y que al enrasar los macizos se procure hacer ver que se ha empleado la piedra careada de bastante tizón. En una palabra, que las obras que se construyan sean de toda confianza y presenten buen aspecto, conforme repetidamente le tengo recomendado.
No puedo acceder a que se principien los machones de la nave principal de la iglesia, los cuales se construirán en su lugar y tiempo, cuando se nos libren fondos para ello, pues por ahora únicamente puedo comprometerme a trabajar en dichos macizos del crucero y nada más».
Malgrat d'ordre de paralització de les obres dels pilars occidentals de la nau central, Martí Sureda no deixa de tenir en el cap que caldrà emprendre aquestes obres i diu a Martí Font en una carta de 10 d'agost de 1881:
En cuanto a la piedra careada, estoy conforme en que se vaya recogiendo, preparando y colocándose separadamente toda la que resulte buena y a propósito para dovelaje de arcos en general, y si podían encontrarse piedras que tengan la altura necesaria para las dovelas del grande arco toral derruido del crucero que deberá reconstruirse, mejor; no importando nada que para dicho arco toral resulten unas dovelas más gruesas que otras, con tal de que todas tengan igual altura de rosca, como la tienen las del arco toral que todavía se conserva en pie, para lo cual podrá usted tomar dicha altura con una escalera y disponer el labrado de las dovelas para el arco toral que falta con las piedras buenas que se encuentren.
Respecto a dovelas para otros arcos, usted mismo vea las dimensiones de grueso y altura que tienen las dovelas de los arcos existentes que produzcan mejor efecto, y ajustar el labrado de las nuevas a uno de los arcos que le guste más.
Advierta usted que las dovelas para cada clase de arcos tengan próximamente igual altura de rosca, a fin de que cuando se construyan dichos arcos aparezcan trasdosados en la forma que representa esta figura.
Le recomiendo que en lo posible se reconstruyan los dos arcos y macizos necesarios del lado de crucero arruinado a fin de trabar el ángulo de la obra vieja, pues temo que aquella parte de obra vieja a pesar de los puntales puede resentirse más y con ello ocasionar la ruina de la parte de la bóveda que diagonalmente descansa y estriba en dicho ángulo
Creo que para poder trabajar sin peligro y dejar la obra bien asegurada, convendría construir los machones AA [gran pilar cruciforme] y el arco B, y después los macizos C y el arco botarete D; cuyo arco botarete D ha de tener menos espesor que la otra obra, a fin de que dicho arco pueda después quedar oculto dentro del macizo por medio de los paramentos de la piedra careada que después se coloque.
Así contrarrestada la obra vieja superior, podrán después fácilmente construirse el machón y arco EE, y aun cuando las obras hayan de quedar paralizadas tal vez durante el invierno me parece que lo existente quedará convenientemente asegurado.
...
Aunque tenemos empeño en adelantar lo posible los macizos del lado de crucero arruinado para dejar la obra vieja asegurada, como sin embargo se van agotando los recursos de que por ahora podemos disponer y no quiero dejar deudas ni cuentas pendientes, conviene [i menciona obres del primer del claustre que s'està reconstruïnt]».
Hi ha una carta, que no forma part del fons familiar de Joan Martí i Font, i que hem trobat a l’ACRI (Papers Raguer), que ofereix una informació molt interessant, de finals de 1881:
«Sr. D. Juan Martí i Font
Gerona 9 Diciembre de 1881.
Apreciado amigo: en vista de las buenas noticias que he recibido del Sr. Maciá, relativas a la pronta consignación de fondos para las obras de Sta. María de esa, le encargo se sirva V. disponer desde luego, la labra de dovelas a propósito para la reconstrucción del arco toral derruido del crucero, en la forma que en nuestra última entrevista quedamos, esto es, que cada dovela tenga proximadamente el mismo grueso y altura que las de la parte del arco que existe, y que en lo posible todas o la mayor parte de las dovelas cojan desde uno al otro paramento del arco, o a lo menos una sí y otra no, a fin de que resulte la mayor trabazón y solidez posible, conforme en el adjunto dibujo en planta se expresa; pues [dibuix] debe tener muy en cuenta que, el tal arco después ha de sostener el peso de la cúpula como V. ya sabe.
Igualmente puede V. disponer el acopio de la piedra careada y dovelaje necesarios, para dejar completamente construidos los macizos y los dos arcos que han de sostener la bóveda hoy arruinada del crucero, entre cuyos macizos también deben contarse por lo menos el primer machón, arco y correspondiente pared de sobre arco de la nave pral. que han de contrarrestar el empuje del citado arco toral que falta.
…
Si V. conoce que no obstante del frío, puede trabajarse en deshacer la parte vieja para la reedificación del machón adosado que ha de recibir uno de los dos arcos pequeños del crucero, puede continuarse desde luego, recomendando empero mucho cuidado en apuntalar lo que convenga para evitar desgracias, y que la bóveda no se resienta, y procurando que el medio machón que allí deberá reconstruirse, sea de toda confianza, y esté perfectamente enlazado con el macizo viejo que de ha conservarse.
Es tanto el deseo que tengo de que a la brevedad desaparezcan las malas vistas y peligros que siento vivamente el venirnos el invierno encima, y por lo tanto recomiendo que se adelante todo lo que se pueda la labra y acopio de piedra necesaria, y si puede ser adelantar también trabajo de albañilería de las partes de los macizos atrasados del crucero, y sobre todo del mencionado medio machón que ha de unirse a la obra vieja, pues así por medio de un arco ya podría dejarse la obra vieja bastante asegurada.
…
Le recomiendo que vaya V. preparando todo lo necesario para poder emprender las obras con actividad y en grande escala tan luego como el tiempo lo permita.
Piense V. entretanto, el modo como fácil y económicamente podremos reconstruir con toda seguridad y solidez el arco toral y la bóveda del crucero, y la manera de disponer el hormigón hidráulico de las vertientes de las cubiertas para dejarlas bien terminadas y no haber de pensar nunca más en reparaciones ni que ocurran goteras, y si fuere posible ni haber de emplear tejas.
Hemos de procurar bajo todos los conceptos salir airosos del compromiso, que no ocurran desgracias, y dejar que la cantidad y buena ejecución de las obras que se realicen, respondan satisfactoriamente del período que habremos estado al frente de ellas.
En fin por ahora estoy contento de la marcha que llevan las cosas, confiando fundadamente que, dentro de un breve plazo podrán ya verse reconstruidas y en buen estado las principales partes de tan importante monumento.
Actividad y buena ejecución de las obras se me recomienda de Madrid; y la cooperación de B.[alaguer?]
. y de los demás sres. que se interesan por la conservación de ese digno monumento nacional, solicito yo a la vez de todos, para conseguir el laudable fin que se apetece.
Le suplico se sirva V. manifestarme con toda franqueza, lo que en el actual periodo frío del año, a V. le parezca que podríamos hacer para adelantar en lo posible la ejecución de las obras, y si V. conoce o cree conveniente que yo venga para resolver algo, lo verificaré pronto.
Saludos a los comunes amigos sres. Sadurní, Raguer y demás y vean de que ese ayuntamtº. en representación del vecindario, secunde los buenos deseos de que todos animados, repitiéndose como siempre su buen amigo».
Martín Sureda.
[3]
Inici de la reconstrucció del pilar i de l’arc toral del creuer occidental (març de 1882)
Però serà a començaments de 1882, quan en una carta del 30 de març de 1882, Martí Sureda marca com a obres que s’han de realitzar aquell any les corresponents al creuer i pilars de la nau central:
«Siendo las primeras obras que deben ejecutarse las correspondientes al crucero y sus cubiertas, lo que interesa es adelantar lo posible la construcción de los macizos necesarios, y tener preparadas las dovelas del arco toral a fin de poder emprender de firme la reconstrucción de la bóveda [del creuer oest, parcialment derruït] y demás que falta hasta dejar todo lo referente a dicho crucero y ábsides completamente terminado, lo cual hemos de procurar verificarlo a la brevedad posible».
Aquesta primera indicació va anar seguida, el 13 d’abril de 1881, d’una altra carta de Sureda a Joan Martí que ens permet datar l’inici dels treballs en aquesta zona, quan li diu:
«Convendría tener convenientemente despejadas las parte contiguas a los macizos arruinados del crucero, a fin de que cuando vendremos, puedan señalarse exactamente los nuevos machones y principiar a colocar las primeras hiladas de piedra».
I el 14 d’abril de 1882, l’arquitecte Martí Sureda indica al mestre d’obres Joan Martí Font les obres que cal fer a la nau central i creuer occidental:
«Tenemos por lo tanto urgente necesidad de que se vean pronto grandes macizos y obras terminadas, siendo las del crucero las que bajo todos conceptos más nos importa ejecutar, tanto para evitar la ruina de la bóveda como para terminar las cubiertas y asegurar el ábside mayor; como para poder calcular después las demás obras que con sujeción al proyecto y presupuesto aprobados podremos emprender.
Sobre todo le recomiendo la mayor actividad posible en la construcción de los macizos y arcos correspondientes a dicho crucero, y que se construyan de toda confianza, procurando que los paramentos presenten agradable aspecto, que las juntas y uniones sean pequeñas, horizontales, y las hiladas se correspondan, y que en el interior se emplee escogiendo la mejor piedra plana de que podemos disponer, pues además hemos de procurar que no resulte ningún asiento en la obra.
Le recomiendo asimismo el mayor cuidado posible al deshacer la parte necesaria de la obra vieja para reconstruir el nuevo machón que ha de unir la nueva obra con la vieja, recordándole al efecto las instrucciones que acerca el particular en anteriores escritos le tengo comunicadas, esto es, apuntalar perfectamente la obra vieja, y construir después un arco botarete o de pies desiguales, que oculto al interior, y arrancando de sobre los otros machones, contrarreste la obra vieja, a fin de que con toda seguridad y sin peligro alguno pueda deshacerse la parte de obra vieja que convenga y reconstruir la nueva.
Usted mismo procure que las obras se construyan rápidamente, con toda solidez, y presenten el buen aspecto apetecible, empleando al efecto buenos materiales y operarios inteligentes y de confianza, y tomar las debidas precauciones para evitar asientos y que ocurran desgracias».
Poques setmanes després (15 de maig de 1882), Sureda indica a Martí i Font l’abast de les obres que es poden emprendre, i li dóna instruccions clares:
«Primero: Que por ahora, y hasta nuevo presupuesto, no hemos de construir sino un arco toral, o sea el correspondiente a la nave del crucero, y ha de servir para reconstruir la parte de la bóveda del propio crucero arruinado, pues que el otro arco, también toral, correspondiente a la nave principal, se construirá cuando venga el caso de construir la cúpula y demás bóvedas de las naves principal y laterales de la iglesia.
2º No habiendo de construirse sino el arco toral letra A del plano, al punto podrá quedar el correspondiente cimbraje colocado todo el tiempo que convenga.
y 3º Si para mayor abundamiento y seguridad de estribo de dicho nuevo arco toral se considera conveniente construir los machones y arcos letras B y C de la nave principal [veure dibuix de la carta del 10 d'agost de 1881], puede también verificarse, advirtiendo que los nuevos machones han de ser rectangulares y no chaflanados, y en lo posible deberán colocarse dos o tres hiladas de piedra careada que tengan más altura que la ordinaria, conforme se observa que así están colocadas en los machones existentes».
En una carta de finals de mes (28 de maig de 1881) Sureda torna a mencionar les obres a la nau central i creuer, ara donant indicacions perquè es facin les obres del gran pilar cruciforme del creuer:
«Estoy conforme en que se empiece la reconstrucción de los macizos del lado de crucero arruinado, cuidando de reconstruirlos exactamente iguales como los del otro lado del mismo crucero que se conservan, en cuya parte baja puede colocarse dos o tres hiladas de gruesos sillares de la mejor piedra dura vieja que se encuentre entre las ruinas o tenga usted ya preparada procedente de las bóvedas etc., conforme a nuestra vista quedamos, recomendándole que las obras se ejecuten bien, que aparezcan las hiladas cerraditas de juntas con poco material, imitando en lo posible la mejor construcción de la obra vieja existente en los mismos paramentos del interior de la iglesia, y que al enrasar los macizos se procure hacer ver que se ha empleado la piedra careada de bastante tizón. En una palabra, que las obras que se construyan sean de toda confianza y presenten buen aspecto, conforme repetidamente le tengo recomendado.
No puedo acceder a que se principien los machones de la nave principal de la iglesia, los cuales se construirán en su lugar y tiempo, cuando se nos libren fondos para ello, pues por ahora únicamente puedo comprometerme a trabajar en dichos macizos del crucero y nada más».
El 28 de maig de 1882, Martí Sureda, molt segurament davant indicacions i demanda d'autorització per part de Martí Font, li diu: «Si usted conoce que para el desarrollo de las obras convenga principiar el otro machón de la nave principal de la iglesia, puede usted verificarlo desde luego, construyendo al efecto las dos o tres primeras hiladas con grandes piedras, conforme se ha hecho con los otros dos machones».
El 31 de maig de 1882 Martí Sureda encomana ja directament la construcció dels tres pilars de la nau central que mancaven i la de l’arc toral del creuer. La carta es interessant:
«
En la que anteayer le escribí, le manifesté que si usted creía conveniente para desarrollar los trabajos, podía principiar a construir el tercer machón de la nave principal de la iglesia.
Pues bien, mejor reflexionado he resuelto que desde luego se construya dicho tercer machón y se active en lo posible la construcción de los tres machones a la vez, lo propio que la de los tres nuevos arcos que dichos machones han de sostener, pues así, cuando la próxima visita de la comisión, podrá esta ver principiadas y en lo posible adelantadas todas las obras que por ahora han de ejecutarse, al mismo tiempo que con los citados tres arcos y correspondientes macizos de encima escalonados, se tendrá completamente contrarrestado el empuje del nuevo arco toral.
Le recomiendo actividad, solidez y buena vista en todas las construcciones, que los arcos han de ser bien trasdosados y centrados en la
forma que se representa en el adjunto dibujo, y que la altura vista de las dovelas sea igual a la altura que tienen las dovelas del mejor arco viejo existente de los construidos al lado de la nave principal opuesto al de los nuevos arcos.
Con tal de que en los dos paramentos vistos resulten las dovelas trasdosadas formando las dos curvas concéntricas basta, pues en lo restante del interior de los arcos pueden emplearse dovelas de menos altura, si bien procurando que
las hiladas de las boquillas se correspondan rectamente desde un paramento a otro, y cuidando asimismo de macizarlo todo perfectamente para evitar que ocurra ningún sentimiento en las obras.
Le recomiendo mucho que las superficies vistas de las dovelas de los arcos estén algo mejor careadas que las otras piedras de las hiladas horizontales, y marcar bien en obra las juntas de entre unas dovelas y otras, a fin de que las caras de los arcos se destaquen bien de la otra obra, y presenten mejor aspecto y limpieza como si fuesen de sillería toscamente labrada a punta de escoda.
Confío en vuestro buen cuidado que todo seguirá rápidamente y bien.
Una vez construidos los tres arcos, podrá también continuarse la construcción del correspondiente macizo de encima de ellos, colocando algunas hiladas de piedra careada y verificándolo con más o menos rampa escalonada hacia arriba para servir la parte alta de estribo al nuevo arco toral.
Desearía que cuando la comisión pase a esa pudiese ver los tres machones y arcos ya terminados, aunque para ello sea necesario haber de retrasar algo la construcción del gran macizo que ha de sostener la bóveda del crucero, pues así se vería que todas las obras casi se levantan a un tiempo, y podría cada cual formar concepto de lo que por ahora debe hacerse.
Sobre todo debe usted procurar que el macizo de la nave principal enlace perfectamente con el gran macizo del crucero, quitando al efecto algunas de las piedras careadas del último, a fin de que con el empuje del arco toral y asiento natural de las obras no resulte ningún sentimiento; y por esto le recomiendo más que se adelanten lo posible la construcción de los machones y arcos de la nave principal, a fin de que subiendo toda la obra de ambos macizos a la vez, el todo podrá construirse mejor trabado, y hacer la obra todo el asiento a un tiempo, pues sentiría que después aparezca la menor grieta.
.
En una informació d’
El Ripollés (juny de 1881) hi ha referència de l’abast i amplitud dels treballs endegats per Martí Sureda la primavera de 1881:
«[…] Dentro de la iglesia se han levantado los machones en que han de estribar los dos arcos del crucero. Confiamos que se tendrá presente que los restantes machones no han de ser octogonales (según se empezaban a reconstruir) sino rectangulares, pues los que presentan su base octogonal fueron de esta manera modificados cuando se sustituyó la bóveda ojival por la primitiva, a consecuencia del terrible terremoto del 2 de Febrero de 1429. También es necesario no olvidar que las naves del templo fueron cinco hasta 1827 conforme al plano de la basílica Ulpiana.[4] que las aberturas superiores del campanario han de ser fenétres geminées según se ven por la parte interior, y en fin, que todo lo que no sea restaurar la iglesia con la pureza románica que en ella resplandecía en el siglo xi, será un adefesio intolerable para cuantos han estudiado este precioso monumento en sus más insignificantes pormenores»[5].
Sabem, doncs, de la construcció de tres pilars de la nau central, al que cal afegir el gran pilar cruciforme, que conjuntament amb els tres que es conservaven (vegeu fotografies de Marc Sureda de 1878), completaven tota la paret de la nau actual en el costat occidental,
En una carta del 3 de juliol de 1882, de l'ajudant de Martí Sureda, Narcís Jubany, a Martí Font parlen de com s'estan realitzant les obres:
«En cuanto a las diferencias de alturas de arcos y de bóvedas, así como a la diferencia de ancho del resalto en que se ha de apoyar el arco toral, me encarga le diga que usted mismo procure repartirlo del modo más disimulado posible, pues a la altura en que estarán las obras, no será fácil que nadie, excepto nosotros, noten las diferencias, y por otra parte nosotros debemos amoldarnos en lo posible a lo que ya encontramos hecho. Sobre todo le recomienda buena trabazón, solidez, agradable vista y que no ocurra ninguna desgracia, deshaciendo la parte de obra vieja que no le inspire a usted toda confianza».
Per la carta del 5 de juliol de 1882 sabem cap on anaven les reflexions de Martí Sureda sobre la futura marxa de les obres:
«Conviene por lo tanto activar lo posible las obras del crucero para saber pronto a lo que deberemos atenernos respecto de las correspondientes a la nave principal […]. […] conviene ya buscar buena piedra de lechos planos para la construcción de la bóveda […]. […] del buen resultado de la construcción del arco toral y bóveda del crucero dependen el que podamos o no emprender la nueva construcción».
L’endemà mateix (6 de juliol de 1882), amb una mostra de la seva il·lusió i empenta, l’arquitecte provincial, Martí Sureda diu per carta a Joan Martí:
«Puede usted acopiar la cal necesaria, ya para construir la bóveda y hormigón de encima, así como para construir el macizo longitudinal de la nave central, aunque si podíamos adquirirla del horno próximo a las obras costaría menos de trasportes.
Procure usted que la bóveda se construya bien unida con la existente y que sea tan sólida como sea posible, y que presente mejor aspecto que las viejas [sic].
En cuanto a la cornisita o imposta superior incluso los dientes de sierra, ya en mi anterior le dije que le traeremos o le mandaremos las plantillas para construirlo todo con piedra artificial, que usted confeccionará a su gusto.
Tan luego como esté construida la bóveda del crucero podrá ya limpiarse bien todo el trasdós de las bóvedas y principiar a construir el hormigón de encima del modo que a usted mejor le parezca para dejar las cubiertas sin tejas».
La recuperació dels tres primers pilar de la paret oest o occidental de la nau central, amb els seus arcs, així com del pilar cruciforme i l’arc toral del creuer oest, cal adjudicar-la doncs sense cap dubte a Sureda i Martí i Font.
Cal tenir clar que la volta rebaixada de la nau central, que fou realitzada a partir de finals de 1887 i començaments de 1888 (en la fase episcopal de treballs), va fer-se sobre aquesta base reconstruïda per Sureda anys abans.
Elias Rogent, doncs, va haver de partir clarament del treball anterior efectuat per Martí Sureda i Joan Martí i Font abans de 1883.
Imatges de la paret occidental de al nau central ja reconstruïda
El 27 de març de 1886, La Veu del Montserrat fa una crònica de «La festa inaugural
[6] molt interessant de llegir, llarga i detallada, on explica que: .
«—Durant la funció de Ripoll varis aficionats tragueren vistas fotogràficas de diferents indrets, y alguna que n’ha arribat ja a nostras mans reproduheix molt bé la perspectiva del àbside en lo moment de la celebració de la Missa. La casa Montaner y Simón hi envià un jove dibuxant, lo Sr. Fortuny, que, a mes de varis croquis, ha tret un magnífich dibuix de la famosa portada.
Lo fotograbat en què’s reproduhirà estem segurs ha de cridar molt la atenció del públich. La Ilustració Catalana dedicarà també algunas de sas planas il·lustradas a tan interessant festa».
De les il·lustracions que ofereix La Ilustració Catalana (15 d’abril de 1886) cal destacar la de la primera pàgina, on podem veure clarament que la paret occidental de la nau central era ja aixecada.
Aquest interessant gravat de J[aume] Pahissa [i Laporta] publicat a
La Ilustració catalana (1a època, núm. 138, Barcelona, 15 abril de 1886, p. 193) ens fa evident que la paret occidental de la nau central del monestir de Ripoll arribava ja a una alçada considerable, i que era totalment reconstruït el creuer occidental abans parcialment enrunat, quan es feren els actes de març de 1886. Aquest gravat mereixia de la revista el següent comentari:
«Nostres grabats. Ripoll. Missa en las ruinas de Santa María per celebrar lo comensament de sa restauració. Las festas celebradas últimament á Ripoll han fet que tota la prempsa s’ocupés de la desitjada restauració d’aquella joya del art cristiá, d’aquell monument de 1’independència catalana. Lo dibuix del senyor Pahissa representa 1’acte conmovedor de la missa celebrada entre las matexas ruinas».
Malauradament les tres fotos que coneixem dels actes de març de 1886, d’inici dels treballs de restauració del monestir no ens mostren en cap moment aquesta part de la nau central.
Així doncs, tenim evidències documentals i gràfiques de com una de les parets més importants de monestir de Santa Maria de Ripoll fou reconstruïda per l'arquitecte provincial de Girona Martí Sureda el 1882, abans de l'inici dels treballs d'Elias Rogent el 1886 per encàrrec del bisbe de Vic Josep Morgades.